Por fín, ya hemos hecho los deberes, yo fuí a Galicia, comí pimientos de Padrón, y ella vino a Segovia y comió paella de mi abuela. Sinceramente, se agradece que se pase por casa de vez en cuando, porque siempre nos hace alguna de sus especialidades culinarias, y aunque sus comienzos en Madrid, en cuanto a alojamiento, están siendo un poco turbios, espero que se lo estemos poniendo algo más fácil o algo menos complicado.
No comments:
Post a Comment