Hoy actualizo porque tengo que hacer 8 acuarelas para mañana y aún me quedan 4. Y no veo el momento de ponerme, es una de esas veces que harías cualquier cosa menos la que tienes que hacer. Como cuando tienes un domingo entero para hacer el trabajo del lunes y de pronto te entra la vena de la ama de casa responsable y no solo das un repaso a la cocina y el baño, para tu sorpresa pones una lavadora de claro y otra de oscuro, comes a la 1 en vez de esperarte a las 2, por hacer algo, y además, sacas medio armario y ordenas las camisas por colores, los abrigos del más abrigado al más liviano, los sujetadores negros juntos, los de color juntos en otra balda, los calcetines negros juntos, los de colores en otro cajón, en fin...todo menos pintar en acuarela.
Hay un poderoso pro en todo este asunto, y es que aunque luego te mates a hacer una chapuza a las 10 de la noche, tu estás tan orgulloso porque tu casa está impecable, y da gusto dormir con las sábanas recién cambiadas y pensar que cuando te levantes esta todo perfecto en su sitio, esa tranquilidad es impagable. Pues ese es mi orden. Y mi caos.
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